Porque hay quien ve en la jugada tintes de "caudillo latinoamericano", una de las conclusiones que más fortuna ha hecho entre los cargos populares consultados Vozpópuli. Otros que advierten un acto de pura "cobardía", como subrayó el portavoz del PP en el Congreso, Miguel Tellado, este jueves desde Alicante. Los que hablan de "cortina de humo" y los que resaltan que "nadie se lo cree", habida cuenta de los "cambios de opinión" que cosen la personalidad del protagonista. "La opinión general es que es un órdago para victimizarse", acuerda un diputado sobre los chats internos. Que se trata de "un espectáculo de adolescente" lo dijo el propio líder popular, Alberto Núñez Feijóo, el highlight que más gustó entre los suyos en su comparecencia de este jueves.
Los dirigentes del PP, no obstante, dotan a la situación de una máxima gravedad y subrayan el corte "populista" que implica el movimiento de Sánchez, ése tahúr de la política tan odiado como temido. En Génova comparan el envite con los juegos sentimentaloides de Juan Domingo Perón en la Argentina. No se creen que vaya a dimitir.
Eso sí, de hacerlo, de consumar el amago avisado por la ya archiconocida carta, Alberto Núñez Feijóo pedirá la convocatoria de elecciones generales tan pronto como sea posible. "Por supuesto", contestan fuentes cercanas al líder del PP preguntadas por dicha posibilidad. Esto es, para el 21 de julio, ya que la Constitución no permite disolver las Cortes Generales hasta transcurrido un año de la última vez. Y eso fue el 29 de mayo de 2023, el día después de las últimas elecciones municipales y autonómicas en que Sánchez, arrasado territorialmente, se sacó el conejo de la chistera y adelantó por sorpresa los comicios.
"Podrá sacar una moción de confianza"
Existe otra posibilidad, a la que el propio Feijóo aludió en su comparecencia ante los medios este jueves: que Sánchez plantee al Congreso la cuestión de confianza prevista en el artículo 112 de la Constitución. Un instrumento mediante el cual el presidente del Gobierno puede reclamar el apoyo de la Cámara a todo su programa o a una determinada cuestión política. Con más síes que noes –conseguir una mayoría simple–, se entiende la confianza como otorgada. En caso contrario, Sánchez, en este caso, debería presentar su cese y el de todo su gabinete de ministros.
Sólo Suárez en 1989 y Felipe González en 1990 sometieron su poder a dicho mecanismo constitucional, y ambos lo superaron con éxito. El mismo miércoles, poco después de que Sánchez divulgara su carta en la red social X, fue el propio Carles Puigdemont quien lo animó con un mensaje a través del mismo canal a "presentar una cuestión de confianza y despejar todas las dudas que ha desatado este movimiento imprevisto".
"Podrá sacar una moción de confianza si se lo propone, porque el independentismo tiene ante sí el negocio que siempre ha soñado, pero que sepa que al final se hundirá, y lo hará en solitario", dijo el líder de la oposición este jueves sobre lo que consideraría "prolongar su agonía". En cualquier caso, decida Sánchez dimitir, no dimitir o someterse en el Congreso a dicho instrumento constitucional, Feijóo replicará su comparecencia del lunes con otra, adelantan fuentes cercanas al político gallego. "El independentismo no dejará caer a Sánchez", auguran las mismas fuentes. "El independentismo no dejará caer al PSOE", corrigen otras fuentes parlamentarias populares, incluyendo la posibilidad de que, como Calvo Sotelo y la UCD entre 1981 y 1982, tras Sánchez llegue otro relevo socialista. Y zanjan: "Por eso hay que exigir las elecciones".